Lapis specularis. Orxeta
Los arqueólogos llaman LAPIS SPECULARIS a una variedad del mineral yeso que se presenta en forma de láminas muy transparentes que fueron utilizadas por los romanos, especialmente en los siglos I y II d.C. como vidrio para ventanas y puertas de las casas. Los romanos fabricaban objetos de vidrio de buena calidad como frascos, botellas etc. (Vilamuseu dispone de ejemplos), y desde el siglo I vidrio plano, pero la transparencia necesaria para una ventana era inferior a la del LAPIS.
El yeso es un mineral muy corriente en todo el mundo que se forma por precipitación al evaporarse el agua con alta concentración de sales y también como producto de alteración de minerales sulfurados.
A pesar de su abundancia no es corriente encontrar cristales transparentes ya que al cristalizar es muy frecuente que atrapen arcilla, arena u otros minerales que lo acompañan, con lo que suelen ser opacos o translúcidos. Ver en este mismo blog el artículo sobre las rosas del desierto de Orxeta.
Ver: www.vilamuseu.es/blog/2015/05/rosas-del-desierto-de-orxeta/
Pero en ocasiones el yeso puede ser totalmente transparente. Esto ocurre por un proceso posterior a su formación: disolución por las aguas subterráneas y posterior recristalización en forma de grandes cristales en grietas o huecos, sin arena ni arcilla, con lo que la transparencia es total.
Otra condición que tiene que cumplir para que sea auténtico LAPIS es que los cristales sean de gran tamaño para poder obtener láminas que puedan ser montadas en los marcos de puertas y ventanas. Los geólogos sabemos que el yeso -y otros muchos minerales- tienen una propiedad física llamada exfoliación (literalmente “romperse en láminas”). Esto se debe a la existencia de planos de debilidad relativa en los enlaces químicos de su estructura cristalina, que hacen que al golpearlos se rompan siempre por dichos planos, con una dirección determinada. (Es la misma propiedad que se aplica en el tallado de diamantes).
La pega principal de este material es la escasa dureza de las láminas. Como es sabido el yeso tiene dureza 2 en la escala de Mohs, es decir que se puede rayar simplemente con la uña.
La ciudad romana de Segóbriga (Cuenca) basaba su economía en la minería de LAPIS SPECULARIS, que se exportaba incluso fuera de la península, según cita Plinio el Viejo en su Naturalis Historia. Este yacimiento bien merece una visita ya que la ciudad está excepcionalmente bien conservada. Recientemente se han habilitado algunas las minas romanas para poder ser visitadas.
Ver: www.lapisspecularis.org/mineria%20romana.htm
Quizás algunas casas de La Vila romana utilizaron este material de Segóbriga. En Orxeta se pueden observar cristales muy transparentes pero su tamaño no es suficientemente grande. Ocurre lo mismo con algunos yesos de Valencia.
Es muy recomendable ver el espectacular documental de Javier Trueba (director) y Juan Manuel García Ruiz (cristalógrafo) El MISTERIO DE LOS CRISTALES GIGANTES en donde se recrea en la primera parte las actividades mineras de Segóbriga y posteriormente la cueva de yeso de Pulpí (Almeria) y la increible cueva de los cristales gigantes de Nazca (Méjico).
Sinto Vaello
Geólogo. Colaborador de Vilamuseu